¿POR QUÉ SUFRIR?

Lectura: Mateo 5:1-12.

"Bienaventurados los pobres en espíritu" Mateo 5:3

Jesús enseñó que el mundo, visto desde la perspectiva de Dios, se inclina a favor de los oprimidos. Esta enseñanza aparece en el Sermón del Monte y en otras declaraciones del Señor: los primeros serán postreros (Mateo 19:30Marcos 10:31Lucas 13:30), y el que se humilla será enaltecido (Lucas 14:11,18:14). Pero ¿por qué escogería Dios a los oprimidos para brindarles una atención especial?

1. El sufrimiento nos ayuda a darnos cuenta de nuestra imperiosa necesidad de redención.

2. El sufrimiento nos ayuda a experimentar nuestra dependencia de Dios e interdependencia con otras personas.

3. El sufrimiento nos ayuda a distinguir entre las necesidades y los lujos.

4. El sufrimiento nos ayuda a responder al llamado del evangelio, porque podemos desesperarnos tanto que clamamos a Dios.

Los pobres, los hambrientos, los que lloran y los que sufren son bendecidos (Mateo 5:3-6) porque diariamente perciben su falta de autosuficiencia. Deben recurrir a alguien que los fortalezca. Las personas ricas, exitosas y hermosas quizá vivan toda su vida dependiendo de sus talentos naturales; sin embargo, es más probable que los necesitados, los dependientes y los insatisfechos reciban el regalo del amor de Dios.

«Bienaventurados los pobres en espíritu». ¿Por qué? Porque «de ellos es el reino de los cielos» (Mateo 5:3).

Reflexión: Cuanto más débiles nos sentimos, tanto más nos apoyamos en Dios.

FELIZZZZZZ DÍA PAPÁ...!!!

Nuestro Destacamento saluda a los miles y miles de padres de los Exploradores del Rey en todo mundo por ser el día del padre.............. Esperamos que la paz y bendiciones more en sus vidas y que como siempre puedan guiar a las familias que Dios les ha dado....
FELIZ DÍA DEL PADRE.......!!!!!!!!!!!

DECISIÓN INMUTABLE

Lectura: 2 Corintios 5:16-21.

"Todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación" 2 Corintios 5:18

Uno de los grandes privilegios de trabajar en el Instituto Bíblico Moody era oír relatos de graduados de esa institución que habían impactado al mundo con el mensaje de Cristo. Sus historias de sacrificio, perseverancia y pasión por el evangelio eran estimulantes.

A fines del siglo xix, Mary McLeod Bethune estudió en este instituto en Chicago durante dos años, capacitándose para ir como misionera a África. Sin embargo, después de graduarse, por ser una mujer afroamericana, ninguna organización le daba la oportunidad de servir en el campo misionero. Aunque no pudo cumplir su sueño de ir a África, no abandonó su llamado a servir a Jesús. Sin intimidarse, comenzó una pequeña escuela en Florida, Estados Unidos, para niñas afroamericanas, que finalmente llegó a ser el Bethune-Cookman College. Esta mujer se convirtió en una influencia poderosa para cambiar la condición social de las mujeres.

El legado de María fue forjado por su determinación de servir a Jesús a pesar de que sus sueños se hubiesen hecho pedazos. Ella sabía que Dios le había confiado «el ministerio de la reconciliación» (2 Corintios 5:18), y no se rendiría.

Este mandato no fue sólo para Mary McLeod Bethune. Contarles a las personas que pueden reconciliarse con Dios por medio de Cristo es un llamado que se nos hace a todos. Busca hoy mismo una manera de marcar una diferencia que lleve a los demás a Jesús… ¡allí donde estás!

Reflexión: Una de las cualidades que Dios busca en Su pueblo es un corazón dispuesto a servirle.

CAMPEÓN DE TIRO

Lectura: Filipenses 3:7-14.

"Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" Filipenses 3:14

Matt Emmons, que obtuvo la medalla de oro en la prueba de rifle en las Olimpíadas de 2004 en Atenas, estaba listo para ganar otro evento. Ocupaba el primer puesto y esperaba dar exactamente en el blanco con su último tiro. Pero algo salió mal: dio en el blanco… ¡pero estaba apuntando al que no le correspondía! Ese enfoque equivocado lo hizo descender al octavo puesto y le costó una medalla.

En la Carta de Pablo a los Filipenses, el apóstol reafirmó la importancia de centrarse en el blanco correcto en nuestra vida cristiana. «Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús», dijo él (3:14).

Pablo utilizó el término «meta» como una ilustración tomada de un atleta que corre una carrera. Es interesante observar que la misma palabra también se empleaba para describir un blanco para arrojar flechas. En ambos casos, la posibilidad de ganar depende de enfocar bien. Para el creyente, durante toda su vida, ese enfoque debería consistir en procurar parecerse cada día más a nuestro Salvador Jesucristo (Romanos 8:28-29;Gálatas 5:22-23).

¿Hacia dónde apuntas hoy? ¿Estás preocupado por progresar y hacer que la vida sea más confortable? Si eres creyente, el blanco correcto hacia donde debes apuntar es parecerte más al Hijo de Dios (2 Corintios 3:18). ¡Asegúrate hoy de estar apuntando al blanco correcto!

Reflexión: Para aprovechar tu vida al máximo, haz que las metas de Dios sean tus metas.

NUNCA DIGAS NUNCA

Lectura: Hechos 9:1-22.

"En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios" Hechos 9:20

Mientras caminaba con un amigo por un sendero junto al antiguo Muro de Berlín, él me dijo: «Este es uno de esos lugares “nunca digas nunca” de mi vida». Me explicó que, durante los años en que el muro dividía la ciudad, había hecho una docena de viajes a través del paso fronterizo Checkpoint Charlie para alentar a los miembros de la iglesia que vivían bajo constante vigilancia y oposición en Alemania del Este. En más de una ocasión, los guardias de la frontera lo habían detenido, interrogado y hostigado.

En 1988, él llevo a sus hijos a Berlín Occidental, y les dijo: «Miren bien este muro porque, algún día, cuando traigan a sus hijos aquí, seguirá estando». Un año después no estaba más.

Cuando Saulo de Tarso comenzó a atacar a los seguidores de Jesús, nadie se imaginaba que alguna vez se convertiría en discípulo de Cristo. «Jamás. Imposible». Sin embargo, Hechos 9:1-9 registra la historia del encuentro enceguecedor de Saulo con Jesús en el camino a Damasco. Pocos días después de ese acontecimiento que le cambió la vida, Saulo estaba predicando en las sinagogas de aquella ciudad y diciendo que Jesús era el Hijo de Dios, lo cual llenaba de asombro a todos los que lo escuchaban (vv. 20-21).

En lo que respecta a la obra de Dios en las personas más complicadas que conozcamos, nunca deberíamos decir «nunca».

Reflexión: Nunca digas «nunca» cuando se trata de lo que Dios puede hacer.